miércoles, 9 de junio de 2010

Obra final "Adicción"

Esta es mi obra final definitiva porque creo que el otro video " El arte de la calle" se quedó un poco simple y tras muchas vueltas a la cabeza he decidido hacer el trabajo sobre este tema, "la adicción", un tema muy interesante y muy cercano a muchos de nosotros, tambien quiero que sirva un poco de reflexión viendo las grandes dificultades que tienen estas personas para salir de este mundo, muchas de ellas lo consiguen pero otras no. Espero que os guste mi trabajo.

martes, 1 de junio de 2010

Autoevaluación

En principio no sabría muy bien que nota ponerme, porque no se si he llegado a lo que realmente de pedía en la mayoría de lo trabajos puesto que todo este proceso que hemos seguido a lo largo de la asignatura ha sido muy rápido y a la vez un poco dificil, en el sentido de que nunca he realizado trabajos de este tipo y con tan poco tiempo a la vez.

Esta asignatura me ha hecho prestar más atención a cosas que antes desconocía por completo,y aprenderlas de una forma rápida.

Al principio de presentarla la vi un poco dificil y agobiante, con una metodología diferente a lo que realmente estamos acostumbrados a ver, con tantos trabajos que debíamos realizar y en tan poco tiempo. Pero viendo mis resultados estoy muy satisfecha con el trabajo realizado, ya que he aprendido muchisimas cosas.

Por lo general me ha parecido muy interesante todo este proceso llevado a cabo, siendo una continua investigación para mí. Me he esforzado lo máximo en cada uno de los trabajos y se que muchos son mejorables pero creo que un factor importante que ha influído ha sido el tiempo, por ello no sabría que nota ponerme, prefiero que me la ponga el profesor valorando mis trabajos de acuerdo a los criterios seguidos en la evaluación.

lunes, 31 de mayo de 2010

Video ensayo

Ensayo

LA EDUCACIÓN PLÁSTICA Y VISUAL EN LA INFANCIA Y SU EVOLUCIÓN.
Como bien sabemos, dibujar es una de las actividades más comunes de los niños y a la vez una de las más divertidas, y a través de ellas nos permite comunicarnos y transmitir nuestras percepciones, ideas, pensamientos…y en el caso de los niños exteriorizan a través de este tipo de representación, constituyendo un instrumento de diagnóstico.

La expresión plástica, además de su valor como lenguaje expresivo, es el cauce para la expresión de contenidos mentales de índole estética y emocional y también para la expresión de contenidos cognitivos acerca de configuraciones visuales y espaciales, haciendo posible la materialización de las ideas junto con la formación y desarrollo de la propia motricidad, actividad y cognición del niño.

Son muchos los argumentos que justifican la necesidad de educación plástica en la infancia, tales como: su valor intrínseco, ya que el arte aparece como una de las facetas importantes del ser humano; su adecuación al desarrollo madurativo, período comprendido de los 2 a los seis años donde predomina la función simbólica; forma de desarrollar la sensibilidad; desarrollo de la capacidad creativa, ejercitando el impulso creador en los niños; como medio de autoexpresión, dando rienda suelta a lo que el niño quiere manifestar; como medio para desarrollar la autoestima, haciéndole comprender el interés que tienen sus trabajos cuando son personales; como multiplicador de los recursos expresivos, constituyendo un instrumento básico de comunicación; como medio de democratización de la cultura.

Lo cierto, es que los niños tienen una necesidad grande de comunicar sus emociones y vivencias, ello se puede notar con mayor claridad a través del juego y las expresiones artísticas, a los niños lo que les interesa no es el producto creado, sino vivenciar el placer de expresarse a través del arte, no es el fin sino el medio de expresión lo más importante para ellos.

La educación plástica posibilita el desarrollo integral del niño, ya que proporciona exigencia cognitivas, senso-perceptivas, emocionales y estéticas.
La importancia de las actividades plásticas en la educación infantil radica en que permite la expresión espontánea de los pensamientos y emociones y posibilita la reconstrucción de sus experiencias por lo que supone un importante aspecto en el desarrollo personal y emocional del alumnado.

Supone un medio de comunicación muy adecuado por el alumnado en la infancia, ya que le aporta una nueva forma de lenguaje.

También permite un mayor control muscular y perfeccionamiento de la motricidad gruesa y fina, así como de las capacidades sensitivas, de observación, atención y concentración. Además posibilita la adquisición de nociones espaciales y una adecuada estructuración del espacio.

Por otro lado, las actividades plásticas potencian la capacidad creativa y la imaginación y desarrollan la curiosidad de experimentar distintas formas de percibir lo que nos rodea.

También hay que señalar que el estudio de las obras plásticas supone una comunicación de la cultura artística y permite el desarrollo de las capacidades de percepción y comprensión de lo estético, para saber apreciar la belleza y saber encontrarla en lo más cercano.

El dibujo, la pintura, o el modelado constituyen un proceso complejo, en el cuál el niño reúne diversos elementos de su experiencia para formar un conjunto con un nuevo significado. En este proceso de seleccionar, interpretar y reformar estos elementos, el niño da algo más que un dibujo o una escultura, proporciona una parte de si mismo: como piensa, como siente y cómo se ve. Para el arte es una actividad dinámica y unificadora. Darle al niño la oportunidad de crear constantemente, por medio de su imaginación y con sus conocimientos actuales es la mejor preparación para su futura capacidad creadora. Por lo tanto el desarrollo mental depende de una variada relación entre el niño y el ambiente; esta relación es un ingrediente básico para llevar a cabo una experiencia de creación artística.El desarrollo de la sensibilidad perceptiva debería, pues convertirse en una de las partes más importantes del proceso educativo.
Cuantos mayores sean las oportunidades para desarrollar la sensibilidad y una mayor capacidad de agudizar todos los sentidos, mayor será la oportunidad de aprender.
A medida que van creciendo van percibiendo el mundo de forma diferente, por lo que la manera de expresar su realidad va cambiando. Se expresan de forma directamente proporcional a su desarrollo.
Pienso que la educación en general, debería tratar de estimu­lar a los alumnos y alumnas para que se identifiquen con sus propias experiencias, y para que desarro­llen los conceptos que expresen sus sentimien­tos, sus emociones y su propia sensibilidad estética.

En las experiencias artísticas, el mismo contenido puede ser representado por un niño pequeño y por un artista adulto. Lo que varía es la relación subjetiva entre el creador y las cosas, las personas o los sentimientos que provocan el mundo que nos rodea. Comprendiendo la forma en que un niño dibuja y los métodos que usa para representar su ambiente, podemos penetrar en su comportamiento y apreciar la complejidad y las variaciones que tienen lugar, en el proceso mediante el cual el niño crece.

El conocimiento de las variaciones que aparecen en los dibujos para los distintos niveles del desarrollo, y las relaciones subjetivas entre el niño y su medio, son elementos necesarios para interpretar el desarrollo de las actividades artísticas y creati­vas. Es más, para trabajar con los niños en el ámbito de la expresión plástica, es imprescindible comprender las diversas etapas del desarrollo y poseer un conocimiento completo de los alcances del arte en cada una de ellas.

Los estadios están definidos por la manera en que el sujeto aprehen­de la realidad. Las etapas evoluti­vas han sido clasifi­cadas de acuerdo con aquellas caracte­rísticas del dibujo infantil que surgen espontá­neamente en niños de la misma edad mental.

A medida que los niños cambian, también varía su expresión creativa. Los niños dibujan en una forma predecible, atravesando etapas bastante definidas que parten de los primeros trazos en un papel y van progresando hasta los trabajos de la adolescencia. Aunque consideramos estas etapas como diferentes pasos en la evolución del arte, resulta a veces difícil decir dónde termina una etapa y comienza la otra. Es decir, el desarrollo en el arte es continuo y las etapas son puntos intermedios en el curso del desarrollo. No todos los niños pasan de una etapa a otra en la misma época. Sin embargo, excepto para el caso de los niños discapacitados mentales o el de los superdotados, estas etapas se suceden ordenadamente, una después de otra, y la descripción de cada una es un elemento valioso para comprender las características del niño y su capacidad artística en un momento determinado.

Los dibujos de los niños y niñas nos permiten apreciar que comienzan desde un punto de vista egocéntrico, para ir adquiriendo progresivamente una mayor conciencia de sí mismo como parte integrante de una sociedad organizada. Se puede suponer que, lo que interpretamos como el dibujo de un hombre, tal vez no sea más que la representación del propio yo, que va tomando forma en la mente de cualquier indivi­duo. En torno a los 2 años. Es la etapa del garabato. El niño de esta edad, hace trazos desordenados en el papel, que de a poco se van organizando y controlando. Pero no es hasta los 4 años, cuando las figuras dibujadas comienzan a ser reconocibles. El estadio siguiente, es el llamado preesque­mático, en el cual el niño hace sus primeros intentos de representación, dura hasta los 6 años aproxima­damente. La característica esencial de esta etapa, es el dibujo del ser humano, representación que por lo general, se limita a cabeza y pies. Cualquier otro objeto del ambiente, puede ser representado sin relación de tamaño ni espacio. El siguiente estadio es el esquemático. Entre los 7 y 9 años. El niño desarrolla ahora, un concepto definido de la forma, sus dibujos simbolizan partes de su entorno de forma descriptiva. Al alcanzar los 9 años, inicia una etapa de creciente realismo, que llega hasta los 12. El niño tiene más conciencia de sí mismo, se interesa más por los detalles y por su entorno social.
Después de los 12 , los niños quieren repre­sentar el ambiente que los rodea, de forma más realis­ta, con profundidad y perspectiva.
El aprendizaje de un niño, tiene lugar en su interacción con el ambiente que lo rodea. Mucho antes de empezar a trazar las primeras líneas en una superfi­cie, sus sentidos tienen los primeros contactos con el medio y reacciona ante experiencias sensoriales como tocar, ver, gustar o escuchar. Es en esta primera infancia, cuando el niño comienza a establecer pautas de aprendizaje y actitudes a seguir.

A continuación voy a señalar las diferentes representaciones por las que pasan los niños.
La primera representación es el Garabato sin control. Es el movimiento por el movimiento mismo. El niño traza líneas moviendo todo el brazo hacia adelante y hacia atrás, sin importarle la dirección visual. Produce trazos impulsivos, estos pueden ser rectos o ligeramente curvos y a menudo sobrepasan los bordes del papel. El niño puede estar mirando hacia otro lado mientras garabatea. Sólo le interesa el placer del movimiento, que será siempre lo más amplio posible para facilitarle el control muscular del gesto.

El Garabato controlado se caracteriza por el intento de dirigir la mano en la misma dirección de un trazo ya realizado para poder repetirlo, y por el entrenamiento en la realización de figuras cerradas. En este movimiento, el niño toma conciencia de la posibi­li­dad de controlar el grafismo que está realizando.

El Garabato con nombre es cuando el trazo adquiere valor de signo y de símbolo. El niño ya no dibuja por simple placer motor, sino con una intención; aunque el garabato no sufra en sí demasiadas modifica­ciones, el niño espontáneamente le pondrá un nombre. El mismo trazo o signo puede servirle para representar distintas cosas y también es posible que cambie en el transcurso de su tarea el nombre de lo que ha dibujado. Es una etapa de mucha trascendencia en su desarrollo, es un indicio de que el pensamiento del niño ha cambiado. Pasa del pensamiento meramente kinestésico al pensamiento imaginativo. Es ahora, alrededor de los tres años y medio, cuando se percibe una intención previa a la acción. Sin embargo, muchas veces un trazo que, al comenzar el dibujo significaba una cosa, puede cambiar de denominación antes de terminarlo.

Una característica importante es que los niños no están interesados en la realidad visual. Una línea ondulante, puede ser un perro corriendo, pues también tienen un significado real para el dibujante las sensaciones de movimiento, de suavidad o de velocidad. Tanto padres como maestros no deben forzar al niño a que dé nombre a sus garabatos, ni darles su propia versión adulta sobre el tema. Solamente se deberá mostrar entusiasmo y dar confianza por este nuevo modo de pensar.

Al pasar a la educación Infantil, hacia los 4 años el niño/a comienza los primeros intentos conscientes para crear símbolos que tengan un significado y, aunque son la progresión lógica de la etapa anterior tienen su fundamento en la relación significante vivida por el niño. En esta etapa está buscando lo que posteriormente va a ser su esquema personal por eso se perciben cambios constantes de formas simbólicas, ya que cada individuo tiene su particular forma de expresar los elementos cotidianos como la figura humana, animales o construcciones. Es el comienzo real de una comunicación gráfica. Los trazos van perdiendo su relación directa con los movimientos corporales característicos de la etapa anterior, son ahora controlados y se refieren a objetos visuales (que se perciben a través de la vista). El conjunto indefinido de líneas, que era un garabato, va evolucionando hacia una configuración representa­tiva definida. A menudo un adulto es capaz de entender el dibujo, sólo si el niño/a está muy familiarizado con la técnica elegida. Es ahora cuando aparecen las primeras representaciones de objetos y figuras reconocibles para un adulto, ya que anterior­mente, los niños daban nombres a formas totalmente incomprensibles para los mayores.
Generalmente, la primera figura lograda es la humana. Esta se constituye por yuxtaposición, inclusión y combinación de trazos ya dominados con anterioridad. Se le suele denominar "monigote", "cabezudo", "cabeza-pies" o "renacuajo". La importancia de la representación humana es fundamental durante toda la infancia. Está comproba­do que el niño no trata de copiar el objeto visual que pueda tener delante. La causa de que sólo dibuje la cabeza y los miembros, ha suscitado varias teorías: es probable que se esté representando a sí mismo desde una perspectiva egocéntrica del mundo y que trate de dibujar lo que ve de sí mismo sin mirarse en un espejo. Otro punto de vista, probablemente al hilo de ciertos análisis de Piaget que descubrió que los niños de seis años, creen que el pensamiento tiene lugar en la boca, afirma que el monigote es la representación de lo que el niño sabe de sí mismo en ese momento. La cabeza es el lugar donde se come, se habla y donde está realmente el centro de la actividad sensorial. La adición de los miembros la hace móvil y funcional. Esta teoría sin embargo no explica porqué los niños no representan todas las otras partes del cuerpo que saben enumerar verbalmente.

Un dibujo es siempre, una abstracción o esquema que resulta de una amplia gama de estímulos complejos.

En cuanto a la elección del color, los niños de esta etapa están menos interesa­dos en el cromatismo, que en la forma. Hay poca relación entre los objetos que pinta y su color real. La relación es más sentimental que de otro estilo. Probablemente elija su color favorito para representar a su madre, y un color amarillo para pintar un cuento gracioso, o marrón para una tema triste. Muchas veces la elección es sólo por asuntos mecánicos, emplean simplemente el color que tienen más cerca, o el más espeso, o el que tiene el pincel más limpio. Aunque el niño no está interesado en estable­cer una determinada relación con el color, disfruta con su utilización.

Entre niños de esta edad, el espacio es entendido como todo lo que rodea a la figura principal. No es una organización tan caprichosa como pueden creer a simple vista los adultos La incapacidad del niño para relacionar las cosas entre sí, en el espacio, es una clara indicación de que no está aún maduro para cooperar socialmente y que tampoco podrá relacionar las letras entre sí, para aprender a leer. Puesto que está en una etapa de egocentrismo, las experiencias que están relacionadas con él mismo, son las que resultan más significativas.

En la etapa esquemática, Las formas, son más definidas ya que su pensamiento se ha hecho más operatorio (según Piaget); es la etapa en que su pensamiento da los primeros pasos hacia el desarrollo del pensamiento abstracto. La figura humana responderá al esquema o concepto que el niño se haya formado a través de su experiencia. Advierte que la diferencia entre esquema repetido y estereotipo, es que el primero es flexible y presenta desviaciones y variaciones, mientras que el segundo es siempre exactamente igual.

El principal descubrimiento de esta etapa es que el niño descubre que existe cierto orden en las relaciones espaciales, ya no piensa en objetos aislados sino que establece relacio­nes entre los elementos y se considera a sí mismo como una parte del entorno. El niño descubre que hay relación entre el color y el objeto. Y como también es comprensible para esta etapa, elige un color para cada objeto y siempre repite el mismo. El color ha dejado de ser absolutamente afectivo como lo era en etapas anteriores. Esta circunstancia es reflejo directo de desarrollo progresivo del niño.

En esta etapa un niño puede ver relaciones lógicas entre los objetos, y entre él mismo y su medio.

Hacia los 9 años la representación esquemá­ti­ca y las líneas geométricas no bastarán para permitir que el niño se exprese; intenta ahora enriquecer su dibujo y adaptarlo a la "realidad". Por esto tendrá que abandonar el uso de líneas geométricas, convertidas en un medio de expre­sión inadecuado, para seguir un medio de representación más realista, en la que los detalles conserven su significación cuando estén separados del conjunto.
Es una época en que sus pares –sus iguales- adquieren una gran importancia. Descubren su independencia social.

El esquema, queda inadecuado pues es demasiado generalizador. Ahora, cada vez más consciente de su entorno, el niño necesita represen­tar las diferencias que los caracteri­zan. Ya no necesita recursos expresivos que antes utilizaba como exagera­ciones y omisiones, y debido a su creciente conciencia visual, lo que es emocionalmente más afectivo, lo representa con mayor cantidad de detalles. En esta etapa, el niño adquiere un cierto sentido para los detalles, pero a menudo pierde el sentido de la acción y la figura suele ser más estática que en la etapa anterior.

En cuanto a la utilización del color, en poco tiempo pasa de una rígida relación color-objeto, a una caracterización detallada
Se comienza a notar un conocimiento conscien­te de la decoración y el diseño, lo que no significa que se les deba enseñar formalmente el diseño.
Durante esta etapa, hay una fuerte presión sobre el niño para que se adapte a los adultos, a la sociedad y al grupo.

Entre los 12 y los 13 años el producto final de la creación artística adquirirá cada vez más importancia; se verá aparecer una distin­ción clara en las reacciones sensoriales de los niños ante su producción gráfica. Unos reaccionan más a estímulos de orden visual, tales como los colores o la luz; se inclinan a introducir la perspectiva en la representa­ción del espacio. Otros se interesan sobre todo en la interpretación de experiencias subjetivas y ponen el acento en las relaciones emocionales existen­tes entre ellos mismos y el objeto.
El cuerpo adquiere un enorme significado y lo dibujan y caricaturizan constantemente. Las caracterís­ticas sexuales de los personajes son muy exageradas. En general el joven de esta edad tiene todas las capacidades motoras y de observación desarrolladas como las de un adulto, pero su enorme autocrítica las inhibe en numerosas ocasiones.

A partir de los 13 o 14 años, les llega el momento de elegir cuál de todas las actividades que conoce desea dominar mejor, qué técnica va a perfeccio­nar y para qué lo va a hacer.












jueves, 20 de mayo de 2010

miércoles, 5 de mayo de 2010

martes, 4 de mayo de 2010

Comentario sobre RIP. Poética Contemporáneas III

Mi artista elegida fue Shirin Neshat porque tras mirar todos los autores creo que ha sido una de las artistas que más me han podido transmitir en sus diversas obras. Esta artista utiliza un lenguaje extremo, donde se observa el drama que viven diariamente las mujeres musulmanas.
Centra su obra en los roles de género y utiliza en cada una de ellas unos códigos y símbolos que enriquecen la interpretación, por ello he elegido esta fotografia, porque muestra todos los elementos que utiliza esta artista en cada uno de sus trabajos.

La artista crea una dialéctica incluyendo lo cerrado y lo abierto, libertad y opresión, moderno y tradicional, como se observa en la fotografía, donde refleja claramente la falta de libertad de las mujeres musulmanas.